
Reflexión del mes: La Compasión
Hoy, en esta reflexión tocaremos un tema enorme otra vez. Ya me gustaría algún día tener que hacer una reflexión de por qué el Barça está jugando tan mal, se ve que hoy no toca. Compasión, uno de los principales atributos de los Seres Iluminados y uno de los objetivos a alcanzar más comúnmente aceptados. ¿Qué es la compasión?, no sabría expresar una verdad absoluta sobre la cuestión, sólo puedo escribir sobre mi pequeña versión de lo que en mi opinión es la Compasión. Para empezar sencillo, para mí es Comprensión con Amor. Si mentalmente no puedes comprender o abarcar un concepto no lo puedes integrar en tu vida. Puedes tener experiencias inefables más allá del lenguaje, pero si están más allá de tu comprensión no tienen utilidad práctica en esta dimensión.
Para hacer más accesible el tema podemos recurrir a una palabra que, aunque no es sinónima apunta teóricamente en la misma dirección: Compadecer, que es igual a “padecer con”. Padecer con alguien su sufrimiento puede proporcionarle un alivio puntual, pero a la larga, aunque seamos muchos llorando alguien tiene que resolver, si no nos quedamos en el mal de muchos, consuelo de tontos. Compasión se puede descomponer igualmente en “pasión con”, es decir sentir la emoción y el sentimiento del otro, pero a diferencia de “padecer con”, la persona compasiva puede acompañar al sufriente en la salida de su laberinto. El ser un Ser Compasivo, viene acompañado de un alto nivel de Compresión, de Amor. Desde ahí puede sanar la mente errónea de la persona sufriente, si no tiene esos atributos en gran medida se queda en el compadecimiento y en el vamos a llorar juntos a ver qué pasa. Aquí hay que recurrir a la artillería pesada recordando una frase de Buda:” El dolor es inevitable, el sufrimiento es opcional”. Ante los inevitables hechos trágicos por definición que nos trae la vida, existe la opción de aceptarlos y afrontarlos a pesar del dolor. O existe la opción de rechazarlos, negar su validez, decir que Dios se equivoca y quedarnos indefinidamente en el infierno, en el más literal de los sentidos.
La mente Compasiva es la mente que comprende que todo es perfecto, a pesar de los ropajes aberrantes con los que se viste la realidad a veces, porque ese ser que padece, necesita aprender de ese amargo trago que el mismo se preparó, y que sólo él mismo puede rechazar. Mientras el último “cliente” no deje de beber me temo que el barman de Dios tendrá que seguir sirviendo combinados de madrugada. Ver la Realidad así para mí es tener una mente Compasiva. Cuando todas las mentes se liberen gracias a la Compasión, el tiempo y esta realidad serán innecesarias y se podrá cerrar este teatrillo de mentes dementes que hemos montado entre todos.
Cándido Granada Álvarez.
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