Llevaba años controlando el P.S.A. (antígeno Prostático especifico) haciendo visitas periódicas cada seis meses al urólogo ya que dicho P.S.A. se mantenía un tanto alterado entre seis y ocho aproximadamente. Por otra parte tenía antecedentes familiares ya que mi padre murió de cáncer de próstata.

El 25 de marzo del 2003 me diagnosticaron mediante biopsia por punción de ambos lóbulos prostáticos, un adenocarcinoma infiltrante en lóbulo derecho.

El urólogo me aconsejó la operación o unas sesiones de radioterapia. Yo en aquel momento decidí que prefería operarme y dejar sin realizar la radioterapia.

Una vez tomada la decisión empezaron las dudas y decidí no operarme y buscar otras posibilidades.

Fueron infinidad, las presiones familiares y de amigos, pero yo seguía intuyendo que encontraría otras soluciones.

Inicié un proceso de trabajos de relajación y limpieza mediante meditaciones y visualizaciones. Además me puse en manos de expertos en medicina alternativa y complementaria, me hicieron quelaciones y he tomado una serie de complementos alimenticios además de optimizar mi alimentación.

En octubre del 2003 volvieron a rehacerme todos los controles, gammagrafía ósea, analítica, biopsia, etc. Y cuando fui a buscar los resultados, la sorpresa, más de mi urólogo que mía, fue que había desaparecido el adenocarcinoma.

Sigo comunicándome con mis células mediante meditaciones y visualizaciones y les doy las gracias por lo bien que se han portado conmigo.