Mi madre murió de cáncer cuando yo tenía 20 años.
Siete años más tarde mi padre, de cáncer también.
Hace tres años y medio (en mayo 2006) muere mi única hermana en un accidente de tráfico en Barcelona.

¿Cómo vivir con esto? 

Mi hermana era clave en mi vida, estábamos muy unidas, y cuidaba de ella desde siempre, por ser la hermana pequeña y haberse curado de una enfermedad cerebral que la había dejado paralizada de niña.

En mayo 2006 se hunde mi vida. El choque emocional que recibo es inmenso, repentino, aniquilante.
Hago de todo para poder salir de ese túnel tan oscuro porque soy una apasionada de la vida, de su belleza y de sus sorpresas.
Asisto a grupos de duelo, sigo una psicoterapia, leo mucho, estudio quiromasaje, no dejo de practicar kitesurf, entro en el mundo de la meditación y todo me lleva a confirmar lo que siempre he intuido: que cuerpo y mente están estrechamente unidos, la conexión es directa.

En todos estos años primero quedo destrozada, luego desorientada, luego me reconstruyo y finalmente me libero. Soy feliz, vivo el presente y mi mente está en paz.

Y es justo cuando, hace 7 meses (abril 09), leo “El Silenci” y me parece una preciosidad de libro, y no es casualidad. Como me gustó mucho asisto como oyente a una de las charlas de Gaspar Hernández sobre su libro. Y tras contar al público muchas cosas, también nos habla de Canvi, la ONG, donde hace unos días también había presentado su libro. Recuerdo que la conferencia fue por la tarde y que a la mañana siguiente iba a recoger los resultados de la ecografía que realizo cada año por mi historia familiar: me diagnosticaban carcinoma mamario.

Desde el primer momento me lo tomo con calma, siento que el cuerpo también se ha liberado de tanto dolor pasado. Acojo el tumor con amor, a ver qué me cuenta.

Entre las visitas a los médicos, la preparación de la intervención, etc. voy a Canvi porque intuyo que también tendrán muchas cosas que contarme y encuentro lo que buscaba: una manera de ver la vida sin dramatismo, personalizada, con mucha experiencia en cáncer y una multitud de actividades para sentirse bien. Hago un curso de visualización con Fanny y al salir de la intervención quirúrgica me comentan que el tumor era de casi la mitad comparado con la dimensión que tenía en las imágenes previas.

Ahora mi mente está en paz y mi cuerpo también. Siento una gran curación y sanación.

Doy las gracias a todas las personas que han estado a mi lado, a mis padres y a mi hermana, que tanto me han enseñado sobre la enfermedad, el cuerpo-mente y la vida.

Daniela Fraschetti
Intérprete de conferencia
Diseñadora gráfica
Quiromasajista
Terapeuta EPN